Intervenciones de rehabilitación en enfermería: ganancias de funcionalidad en el autocuidado de personas con trastornos neurológicos

Una Revisión Sistemática de la Literatura

Resumen

Introducción: La mortalidad por ictus ha disminuido, pero la morbilidad sigue siendo un reto, por lo que los enfoques integrados son esenciales para la readaptación y reintegración de las personas. Las enfermeras de rehabilitación desempeñan un papel central en la capacitación de la persona y su familia para maximizar la funcionalidad.

Objetivo: Identificar las intervenciones de enfermería de rehabilitación que producen ganancias en la funcionalidad del autocuidado de las personas con alteraciones neurológicas derivadas de un ictus.

Metodología: Se realizó una revisión sistemática de la literatura, concretamente una revisión rápida, siguiendo las directrices del Instituto Joanna Briggs y la mnemotecnia PICO, con una búsqueda en Ebsco en las bases de datos CINAHL, MEDLINE, MedicLatina y Psychology and Behavioural Sciences Collection, abarcando los artículos publicados entre enero de 2019 y agosto de 2024, ya que 2019 marcó cambios significativos en el campo de la rehabilitación debido a la pandemia del COVID-19.

Resultados: Se incluyeron 5 estudios cuantitativos: 2 estudios observacionales prospectivos y 3 estudios experimentales, realizados en países europeos y sudamericanos. Todos tenían una calidad metodológica acorde con las directrices del Instituto Joanna Briggs. Se identificaron intervenciones eficaces de enfermería de rehabilitación en tres áreas principales: rehabilitación motora, respiratoria y cognitiva. Estas intervenciones demostraron mejoras significativas en la salud de los pacientes con alteraciones neurológicas derivadas de un ictus. En la rehabilitación motora se observaron avances en la movilidad, la fuerza muscular, la amplitud articular, la postura y el equilibrio. En la rehabilitación cognitiva, los avances fueron evidentes en la funcionalidad y la calidad de los movimientos de las extremidades superiores.

Discusión: La rehabilitación es esencial en el ictus, y la mayor parte de la recuperación se produce en las primeras 12 semanas tras el suceso. Las intervenciones neurológicas aumentan la independencia funcional y la calidad de vida física. El entrenamiento diario puede fortalecer las extremidades inferiores, mientras que los enfoques restaurativos y compensatorios mejoran la función neuropsicológica para la apraxia de las extremidades superiores.

Conclusiones: Se encontraron mejoras funcionales en el autocuidado de las personas con trastornos neurológicos relacionados con el ictus como resultado de las intervenciones de enfermería de rehabilitación física y cognitiva en línea con las directrices profesionales.